Un mezclador autopropulsado para una gestión de la alimentación más precisa
Una calidad de la mezcla inigualable
Los mezcladores autopropulsados disponen de una fresa de carga. Los frentes de los silos están limpios y ordenados después del desensilado. Esto reduce la oxidación del ensilaje, manteniendo la calidad del forraje.
La mezcla en la tolva se realiza gradualmente a medida que se carga. El corte de la hierba se efectúa de manera regular y, por tanto, homogéneo, resultando en una calidad de mezcla óptima entre la fibra y el ensilado El margen de error humano, como en el caso de la sobremezcla, se reduce al mínimo: cuando la carga se termina, la mezcla también (no se produce mezcla en exceso o en defecto que perjudique las propiedades físicas de la ración mezclada).

Dependiendo del modelo, los mezcladores autopropulsados se pueden equipar con cámaras de vídeo en la tolva de mezcla. Así desde la cabina, se puede ver en todo momento el proceso de mezcla en la tolva.
Para las ganaderías con una alta proporción de fibra, la fresa de carga realiza una calibración inicial de la fibra. Esta es homogénea, ayudando a reducir considerablemente los tiempos de corte y mezcla en la tolva.

El mezclador autopropulsado, la herramienta que permite aprovechar al máximo la precisión del pesaje.
Gracias a una unidad de pesaje en la cabina, se puede comprobar de un vistazo la cantidad de los componentes de la ración durante la fase de carga. Se puede detener la carga de ingredientes con precisión al alcanzar la cantidad programada. A diferencia de una pala de carga para un remolque mezclador, donde el resultado es más aproximado.
Su ración es constante y, por lo tanto, reducirá las sobras en el comedero.

También es más eficaz en la distribución.
Con su sistema de pesaje a bordo y un movimiento de avance preciso controlado por joystick, tiene todo lo que necesita para lograr un cordón de alimentación regular en todo el comedero.
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